sábado, 11 de febrero de 2017

Mirando debajo

Tal vez, siempre hay un motivo que lo justifica.
Alguna razón que permite a un ser lanzar lo peor de ella contra todos.
Sin discriminación, sin remordimientos. Con total crueldad.
Retorcido.
Perverso.
Algo que permita a las víctimas comprender que su verdugo es también una víctima,  de otros verdugos.
Qué le han construido lentamente, a fuego lento.
Hasta hacerle uno de los suyos.
Tal vez.
Qué si te tomas la molestia puedes comprender por qué mastica tu alma.
Qué puedes llegar a comprenderlo tan bien que tú misma echas tu alma entre sus fauces.
Puede ser,  pero acaso importa?
Por mucho que lo adornes,  es tu enemigo.
Te destruye y por ello debe ser destruido.