Las veo.
Hermosas, magníficas, recortadas contra la luz naranja. Cómo siluetas planas.
Las veo cuando saludan a la mañana.
Las veo desde mi sombra. Ajenas. Ensimismadas. Dan una vuelta contra reloj y luego extienden sus alas.
Ellas no lo saben pero oculta en la obscuridad, abrazando mi propia luz, las amo en su ignorancia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario