sábado, 16 de julio de 2011

La larga espera

Después de tanto tiempo esperando sentada quieta, mirando la obscuridad.
Después de haber vigilado tanto, con tanto esfuerzo, ocultando mi propia brillantez, dejando que poco a poco muriera, despacio, lentamente, desvaneciéndose sin que nadie pudiera alertarse por su existencia.
Hasta que desparecieron los vestigios de que alguna vez hubiera existido.
Incluso para mi.
Entonces descubro que existe.
Existe la luz.
No fue una derrota total, después de todo. Ya no tengo que ocultarme más. He encontrado a los portadores de la energía. A los que saben luchar. A los que luchan. Los que no se esconden, dan la batalla cara a cara aunque sea difícil la victoria, aunque sean temibles las oportunidades en contra.
Y yo entumecida, no puedo ni sonreir. No puedo ni mirarlos sin caer al suelo con el alma cegada.
Ahora que los encuentro.
Después de esta larga espera.
Descubro que yo ya no soy uno de los suyos.

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